Análisis de datos: Una herramienta para la construcción de ciudades resistentes del futuro
El mundo urbano ha estado cambiando rápidamente a lo largo de los años. La urbanización puede considerarse un importante motor que impulsa a los países hacia el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, la rápida urbanización con frecuencia no se planifica, y las ciudades luchan por mantenerse al día con las crecientes necesidades de la población en rápido crecimiento. Por lo tanto, es sumamente importante que consideremos las ciudades en términos de cómo se están planificando y cómo se desarrollan. Dado que la mitad de la población mundial reside en ciudades, es cada vez más vital que construyamos ciudades más resistentes para el futuro, especialmente porque la complejidad de las ciudades, en general, las hace vulnerables a las perturbaciones y los desastres.
¿Qué hace que una ciudad sea resistente?
El concepto de resiliencia surgió a raíz de los desafíos del cambio climático y las crisis mundiales, siendo la noción de ayudar a los más vulnerables y de poder sobrevivir y crecer ante los desafíos, incluidos los desastres naturales, la escasez de combustible, agua y alimentos, así como las crisis financieras, etc., las principales prioridades. Para la mayoría de las grandes ciudades del mundo, el fortalecimiento de la capacidad de recuperación de las ciudades es un objetivo importante porque la capacidad de recuperación refleja la capacidad de una ciudad para perseverar ante las emergencias y los desastres. Una ciudad resiliente está preparada para hacer frente a cualquier choque o estrés que pueda sufrir y, al mismo tiempo, mantener su capacidad para gestionar las cosas en el momento.
El análisis de datos es un catalizador para las ciudades resilientes. La mayoría de las ciudades carecen de los datos necesarios para mantener, monitorear y guiar el crecimiento. Dada la creciente presión que el aumento de la población urbana está ejerciendo sobre la infraestructura de las ciudades, las soluciones tecnológicas y basadas en datos desempeñarán un papel central para que las operaciones y el rendimiento de las ciudades sean más eficientes y eficaces. Desempeñarán un papel fundamental en el diseño y la transformación de las ciudades del mañana, ya que ofrecen grandes oportunidades para ayudar a colmar las lagunas que puedan tener las ciudades a este respecto. Por ejemplo, la utilización de tecnologías inteligentes y técnicas digitales -como los teléfonos inteligentes, los sensores y las aplicaciones- ha venido ofreciendo muchas oportunidades para la reunión de datos, que pueden utilizarse y analizarse con muchos fines, incluida la realización de inversiones informadas en infraestructura para ayudar a satisfacer todas las necesidades de la población.
La tecnología es una herramienta importante para la recolección de datos. Ahora que la tecnología se está integrando más en la vida de los residentes, con la adición de interfaces digitales en la infraestructura tradicional, está poniendo la información instantánea en manos de los líderes municipales y traduciendo los datos en bruto directamente a los planificadores de la ciudad. Esta información ayuda a los planificadores y líderes a tomar decisiones mejores e informadas y a ofrecer una mejor calidad de vida, mediante el uso de nuevas herramientas inteligentes que les ayudan a tomar medidas preventivas, responder a emergencias y planificar la sostenibilidad, el crecimiento y el desarrollo.
La tecnología es esencial para mejorar la calidad de vida. Las tecnologías inteligentes tienen un potencial sustancial no realizado para mejorar varias dimensiones de la calidad de vida, entre ellas: la seguridad pública, el tiempo y la conveniencia, la salud, la calidad ambiental y el empleo. Por ejemplo, los datos que surgen de la utilización de tecnologías inteligentes pueden ayudar a desplegar los recursos y el personal de manera más eficaz, mejorando así la seguridad pública y acelerando la respuesta de los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Por otra parte, las señales de tráfico inteligentes ayudan a mejorar la movilidad, ya que la información en tiempo real se suministra a través de aplicaciones móviles y la señalización digital permite mejorar y acelerar los desplazamientos diarios.
Además, las tecnologías inteligentes pueden ser un incentivo para lograr una mejor salud, ya que la telemedicina puede salvar vidas. De hecho, los dispositivos digitales y la telemedicina pueden ayudar a prevenir, tratar y vigilar las condiciones de salud a distancia, reduciendo así la carga sanitaria de las ciudades urbanas, especialmente en caso de escasez de médicos. En cuanto al medio ambiente, las ciudades inteligentes pueden contribuir a crear un entorno más limpio y sostenible adoptando medidas de protección mediante el seguimiento del consumo de agua, el control de la calidad del aire, la vigilancia de las emisiones de CO2 y la reducción de los desechos sólidos.
El análisis de datos como una forma de encontrar soluciones urbanas. Las ciudades avanzadas exploran constantemente nuevas técnicas para encontrar soluciones urbanas que puedan satisfacer las necesidades de la población y ayudar a mantener un entorno resistente para los residentes. El uso del análisis de datos ayuda a los planificadores y líderes de las ciudades a obtener un conocimiento más profundo y una percepción más clara de las diversas situaciones y escenarios de la ciudad, ayudándoles así a traducir todos sus hallazgos en mejores planes para hacer frente a los riesgos financieros y a todas las vulnerabilidades que puedan existir en la infraestructura de la ciudad. Así pues, los datos pueden utilizarse para informar la planificación y realizar evaluaciones de los riesgos. Posteriormente, cada ciudad establece sus propias prioridades a este respecto, lo que requerirá soluciones específicamente adaptadas a cada una de ellas. Con ese fin, el ingrediente clave para lograr soluciones eficaces en materia de datos sigue siendo la capacidad y los conocimientos humanos. De ahí que las oportunidades para los jóvenes y los jóvenes planificadores.
