Jardín vertical comestible

Jardín vertical comestible

Los jardines verticales son jardines que crecen hacia arriba en paneles que han sido suspendidos verticalmente. Los jardines verticales han despegado recientemente en la industria, sin embargo, no mucha gente aprovecha esta nueva técnica en sus hogares. De hecho, los jardines verticales sólo suelen verse en espacios públicos, donde se utilizan flores o cualquier otro tipo de plantas para cubrir paredes y crear espacios verdes verticales donde el espacio horizontal es limitado. Los jardines verticales también pueden utilizarse en los hogares por motivos decorativos. Sin embargo, también pueden utilizarse para cultivar plantas comestibles, como frutas, verduras y hierbas.

A continuación te damos algunos consejos para crear un jardín vertical comestible

1- Elige la mejor ubicación

La ubicación de un jardín vertical comestible es muy importante. Dado que se utilizan para cultivar frutas y verduras, estos jardines deben colocarse o cultivarse en una pared que ofrezca las mejores condiciones de crecimiento para ellos. De hecho, casi todas las hierbas, verduras y frutas necesitan colocarse bajo la luz directa del sol para prosperar. Por eso es mejor elegir un lugar en una pared que reciba mucha luz solar durante el día. También es importante prestar atención a las sombras de los edificios que rodean tu casa y evitar los lugares que están rodeados de árboles. En general, todas las plantas que producen frutos necesitan la mayor cantidad de luz solar, mientras que las verduras como la lechuga y otras de hoja verde pueden crecer mejor con menos luz solar.

2- Establece un sistema de riego eficaz con un inyector de fertilizante

Para mantener el crecimiento de las plantas en un jardín vertical, es necesario un sistema de riego que pueda proporcionar humedad siempre que sea necesario. Los tubos de polietileno son una de las mejores opciones para un sistema de riego, ya que son ligeros, duraderos y resistentes a la corrosión. Este sistema de riego permite que el agua gotee y riegue todas las plantas siempre que sea necesario. Otra opción más sencilla es instalar un sistema de riego utilizando botellas o jarras de plástico reutilizadas o recicladas. Esta opción es más respetuosa con el medio ambiente, ya que ayuda a reducir los residuos de plástico. Por otro lado, utilizar un inyector de fertilizante para abonar tus plantas es también muy importante para que éstas florezcan. Los inyectores de fertilizante son, de hecho, la forma más eficiente y precisa de fertilizar, ya que los fertilizantes se pueden añadir al sistema de riego, lo que significa que los nutrientes se entregarían en forma líquida directamente a las raíces de tus plantas.

3- Elige los contenedores de cultivo adecuados

Una de las primeras cosas en las que hay que pensar a la hora de crear un jardín vertical comestible es en los recipientes en los que quieres cultivar tus plantas. Para hacer la elección adecuada, hay que tener en cuenta la superficie que se va a utilizar, ya sea una valla de eslabones, madera, o ladrillo, etc. Una de las opciones más baratas es fabricar contenedores de cultivo hechos por uno mismo. Por ejemplo, el plástico reciclado, como las jarras de leche, los envases de yogur y las botellas de plástico, pueden coserse en grandes bolsillos o colgarse de vallas o paredes. Otros recipientes pueden ser latas pintadas reutilizadas, macetas de arcilla, escaleras, cajas, macetas para terrarios o bolsas. Las bolsas, por ejemplo, suelen estar hechas de material biodegradable y son muy duraderas y respetuosas con el medio ambiente. Otro recipiente inusual, pero adecuado, son las cómodas recicladas, en las que se reutilizan viejas cómodas, se llenan de tierra y se plantan con verduras de hoja verde.

4- Elige las mejores plantas y hierbas comestibles

Como en cualquier jardinería, hay que tener en cuenta el clima de tu zona para elegir las mejores plantas. El sol, la humedad, el viento y el frío afectan a las plantas y a los tipos de plantas que debes cultivar. Por ejemplo, todas las plantas de solanáceas, que incluyen tomates, pimientos y patatas, entre otras, pueden crecer muy bien en los jardines verticales. Sin embargo, requieren mucho sol y diversos grados de calor. Por otro lado, las hortalizas de raíz, como los rábanos y las zanahorias, también crecen bien en los jardines verticales. A estas hortalizas les gusta el clima fresco, por lo que sería mejor plantarlas en lugares más sombreados. Si se utilizan cajas apiladas como contenedores de cultivo, también se pueden plantar verduras de hoja verde como la lechuga. Las frutas como las fresas y el kiwi necesitan mucho espacio para crecer, ya que son frutas enredaderas, por lo que es mejor plantarlas en la parte superior del jardín vertical comestible o en un enrejado para darles espacio para que bajen y crezcan.

5. Mantenga el jardín comestible lo mejor posible

Como cualquier otro tipo de jardinería, un jardín vertical comestible necesita ser mantenido. Esta es la parte más difícil de la jardinería. Una vez finalizado el proceso de plantación, es importante recordar que hay que regar las plantas y abonarlas con regularidad, así como vigilar que no aparezcan bichos dañinos, como los ácaros y las cochinillas. Si no se dispone de un sistema de riego automático, es mejor establecer recordatorios para regar las plantas manualmente o rellenar los medios de riego propios. También hay que utilizar distintos tipos de fertilizantes para asegurarse de que las frutas y hortalizas florezcan. Los pesticidas, por su parte, pueden hacerse en casa. El ajo, por ejemplo, puede convertirse en un spray y utilizarse como pesticida. La nicotina que se encuentra en el tabaco también es venenosa para todo tipo de insectos, pero no debe utilizarse en las plantas de solanáceas, ya que puede afectarlas negativamente.

Aunque una gran cantidad de personas y ciudades no están aprovechando los jardines verticales comestibles, ahora se están haciendo más populares con la falta de espacio y con la creciente preocupación por la urbanización y la contaminación del aire. Estos jardines pueden tener un efecto positivo en las ciudades y mejorar la calidad del aire. La buena noticia de los jardines verticales comestibles es que pueden cultivarse en cualquier lugar, ya sea en el exterior o en el interior de la casa, o en las ciudades. Y aunque requieren cuidados y atención adicionales, pueden ayudar a reducir nuestra huella de carbono y crear un entorno más saludable y sostenible.

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